[TRAD] A Little Piece of Heaven by padmilk

[pichiruchi]

Título / Tittle: A Little Piece of Heaven / Un pedacito de cielo

Escrito por / Written by: padmik
Pareja / Pairing: Junsu/Todos
Género / Genre: Terror
Clasificación / Rating: PG-13
Resumen / Summary: No todo es realmente lo que aparenta ser en la superficie.
Original: one-shot
Traducido por / Translated by: pichiruchi

Notas de la Traductora: Para Genesishu y Miri que lo pidieron 8D

A Little Piece of Heaven
Un pedacito de cielo

  No todo es realmente lo que aparenta ser en la superficie.

El césped del frente está cortado perfectamente, la grama tan alta como la acera de cemento que se teje a través de él. La estructura con toques del segundo imperio está levantada alta y ancha, estirándose de ida y vuelta en los miles de árboles. Las paredes de amarillo canario y ventanas de marcos negros brillan con un matiz naranja por el brillo del sol. El frente es espacioso; una gran fuente de piedras está vertiendo con gracia agua cristalina en el gran tazón que sostiene al ángel en la cima.

Shim Changmin está de pie sólo a unos metros de su carro, contemplando la vista del hospital psiquiátrico. Luce tan pacífico y elegante desde su vista. Debe serlo, piensa él. La manera en que este lugar esta construido tiene que darle a sus pacientes una imagen positiva. Una falsa imagen de lo que vivirán por el resto de sus vidas.

Adentro, las paredes están pintadas de un verde terroso y el piso está cubierto de oscura madera. Se siente inmediatamente como un  hospital sin los testigos, la pureza. La habitación es vasta con un pasillo largo y dos filas de sillas de espera. Sólo hay una persona, un anciano durmiendo en las sillas, con su cabeza recogida en su pecho.

La enfermera, vestida con el uniforme blanco, escolta a Changmin pasando al hombre hacia un escritorio de supervisión y educadamente le pide que se despoje de cualquier cosa que pueda ser usada como un arma incluyendo celulares y reproductores de mp3. Él le da cada una de las cosas que lleva en su bolso, incluso el sombrero que tenía puesto en caso de que cualquiera quisiera asfixiarse con un gorrito de tela.

—Vaya a través de éstas puertas de aquí y tome el ascensor hacia el quinto piso. Baje por el pasillo y gire a la izquierda. Allí estará una enfermera puesta en ese pasillo. Muéstrele este pase,— ella le da un pedazo azul de papel, —y ella verá si él quiere hablar con usted.— La señorita asiente y deja pasar a Changmin a través de las puertas tras el escritorio. El corredor está vacío, excepto por el ascensor al final, esperando por él.

Todo luce igual en el quinto piso, las paredes verdes y el piso de madera. Hay ventanas a un lado del pasillo, el sol está en su cumbre hoy. Changmin gira a la izquierda como fue instruido y como es esperado, hay una enfermera sentada tras el escritorio, hojeando un libro de control. Si Changmin no hubiese estado seguro, hubiese dicho que era la misma mujer en la planta baja pero su placa tenía un nombre diferente.

Ella le sonríe cuando se acerca al escritorio y toma su pase. Por un segundo, su expresión mostró miedo, luego severo, se calmo antes de asentir ligeramente.

—Veré si está despierto,— dice suavemente y se va tras otro par de puertas. Antes de que se cierren, Changmin percibe algo de realidad. Un paciente esta azotando en el pasillo, gritando y gimiendo en su traje de fuerza blanco mientras dos hombres en blancas batas de laboratorio tratan de contenerlo. La enfermera voltea su cabeza y mira  a Changmin con alarma. Ella actúa rápido y corre hacia la caótica escena y las puertas se cierran tras ella y el pasillo está en silencio nuevamente.

Changmin suspira porque sabe que esta es una de las peores cosas que tendrá que enfrentar en este mundo.

Unos diez minutos pasan y Changmin piensa que debería marcharse y no volver jamás, pero la enfermera regresa, sus dedos jalan el borde de su vestido. Ella oculta su pena con una sonrisa y le señala para que la siga por una puerta diferente.

Luce como una cafetería en un salón de baile. Todo tiene un toque Victoriano exceptuando las simples mesas de madera con asientos fijados. En la esquina está un gran piano en perfectas condiciones. Todas las ventanas están cubiertas con grandes cortinas, todas menos una.

—Sólo tome un asiento en cualquier mesa y lo traeremos.

Sólo para sentirse tranquilo, Changmin escoge la ventana expuesta y espera.

El pasado mes lentamente se apodera de él de nuevo. Ojos pálidos y piel seca y cadáveres en sangre es todo en lo que puede pensar. Sabía en lo que se estaba metiendo cuando fue transferido al departamento de homicidios en la fuerza policíaca. Pero a veces piensa que quizás comenzó muy joven-

—¡Changmin-ah!

Dicha persona mira hacia arriba de la mesa al hombre mayor parado en mitad del cuarto. Él está sonriendo, brilla, como un ángel y luce tan feliz como nunca. Si no fuese por los dos doctores oprimiéndolo fuertemente, luciría casi como el cielo. Hay tan solo una pieza de ello aquí y Kim Junsu puede serla.

Changmin se levanta y saluda. Los doctores se miran con apatía antes de soltarlo y Junsu está brincando a través del cuarto hacia su amigo más viejo, su único amigo...

—Junsu... hyung...— Changmin susurra queriendo que esta reunión sea algo especial y no lo es, nunca lo será porque el hombre que lo abraza ya ha destruido ese cuadro perfecto. Ahora recuerda por qué está realmente aquí. Necesita respuestas; necesita saber por qué su mejor amigo tomó sangre en sus manos.

Espera que todo sea una mentira, pero ya sabe que no lo es.

Toman un asiento en la mesa, opuestos el uno al otro. Junsu aún sonríe, sus ojos formando menguas de luna. No ha perdido ese toque inocente de su rostro. Aunque sólo sea su exterior. Changmin se pregunta que es lo que realmente pasa en la mente de su amigo, este...

...Este asesino.

—Al fin viniste a visitarme— dice Junsu, alegremente.

Changmin asiente, —Si... S-Sí, al fin...—

—Me alegra,—coloca sus manos sobre la mesa, sobre las de Changmin y las toma ligeramente, —Me siento solo sin ti. Me pregunto si me irán a sacar...— Junsu mira en los ojos del otro, —¿Crees que me dejarán ir?

No, Junsu... Changmin se encoge de hombros, —Quizás algún día, hyung... algún día.

Hay un silencio ahogado entre los dos. Changmin finalmente puede tomar la imagen del paciente ante él. El cabello oscuro de Junsu luce igual, los mechones a través de su frente como siempre. Sus ojos aún tienen ese brillo y Changmin se pregunta cómo lo hace. Luce un poco más delgado pero sigue teniendo esas mejillas de bebé que se pondrían rosas en cuanto se burle de su amigo.

¿Cómo todo salió de esta manera...? ¿Cómo no vio a este demonio viviendo en un ángel? Las alas de este ángel están cubiertas en carmesí. Por primera vez, Changmin se siente disgustado con sí mismo más que con Junsu mientras lo ve jugando con sus dedos con total encanto. Se cuestiona si debería desaparecer ahora o no pero ya está aquí y Junsu está muy emocionado de verlo y es su trabajo... Tiene que saber la verdad ahora o nunca. Si no lo hace, no está seguro de dormir en paz nunca más.

—Sabes...— comienza Junsu con una suave voz y Changmin siente algo malo, —Aún pienso en ello. En como se veían sus rostros cuando les mostré como luce la muerte de verdad...

Changmin no está seguro si esto está bien porque los ojos de Junsu se encienden como Navidad. Ahora sabe por qué su amigo está en este lugar. No se arrepiente de sus actos. Jugó con ellos como si fuesen títeres y cortó sus cuerdas....

—No llegaste a verlo, Changmin. Lo sentí. Lo oí. Ellos lloraron por algún—algún Dios,— y se empieza a reír, —Les dije que sólo está el infierno y que merecen estar allí.

Changmin no se siente asqueado y eso lo asusta. Ha visto mucho como para estarlo más. Sólo asiente y deja que Junsu continúe, pero no lo hace. Se sienta en plena concentración con los dedos en su agarre. Changmin odia entremeterse pero necesita saber, quiere saber:

—¿Por qué?

Junsu está mirándolo al mismo nivel de nuevo y sonríe, —Porque ellos rompieron mi corazón.

Y él desgarró sus corazones.

—Tú sabes, aquel tipo -Chunnie- me dejaba llamarlo Chunnie,— hay una pequeña sonrisa en sus labios, —él lo hizo primero. Era mi primer amor, tú sabes. Me enseñó a tocar el piano... A veces lo extraño...

Changmin quiere entender el por qué entonces.

—Extraño la forma...— Junsu mira hacia arriba como si el hombre de quién está hablando estuviese sobre él, —la forma en que sus dedos se mueven a través de las teclas. Sus dedos eran asombrosos... Cuando me tocaba,— Junsu se enfoca ahora en Changmin y está emocionado como un niño pequeño, —sabia exactamente como complacerme y cuando hacíamos el amor...— una pausa y la expresión en la cara del paciente tiene algo siniestro, —aunque era un mentiroso. Lo atrapé una vez-con una chica. No lo dejé de inmediato. Pensé que me vengaría, pero tu sabes-sabes que pasó luego— y se está riendo de nuevo.

Changmin recuerda claramente, haber llevado a Junsu a su apartamento luego de que lo atrapó tragándose alguna píldora de éxtasis en algún baño de algún club. Debió haber arrestado al hombre, pero no podía y ahora, Changmin se arrepiente de aquella decisión. Trató de interrogar a su amigo sobre quién le dio la droga, pero todo lo que Junsu podía decirle era lo amo, lo amo, él me ama, Changmin, me ama. Él me hace feliz.

Luego se enteró de que el vendedor de drogas se llamaba Jaejoong, pero no importa.

—Las drogas son malas para ti— susurra Junsu como si todo fuese una broma,—Eso fue lo que Hero me dijo antes de darme esa píldora azul. Me preguntaba cuánto realmente me amaba. Él era más rudo conmigo que Chunnie. Hero no era paciente. Aunque no me molestaba. Le dejé hacerme esas cosas porque sólo tenía ojos para mí. Siempre dolió pero el amor hace que todo sea mejor... Siempre dijo que me amaba cuando nosotros...

Changmin absorbe toda la información que no sabía sobre Junsu y Jaejoong, los sucios detalles. Se siente como un bastardo por no saber. Aunque fue Junsu quién se rehusó a decirle en todo el desastre en que se había metido. Junsu siempre sonreiría y pretendería y seguiría pretendiendo hasta que todos creyeran la mentira.

—Oh, ¡Y Yunho!

Changmin salta por el inesperado júbilo en la voz del otro.

—¿Recuerdas a Yunho, cierto? ¿Del café?

El menor mueve su cabeza. Yunho era un barista en el café en que él y Junsu solían pasar el rato. Changmin recordó querer maldecir al mundo cuando vio el cuerpo de Yunho porque él no se lo merecía en lo absoluto. Yunho sólo se mezcló de más.

—No puedo creer que le gustara. Era el más dulce, Yunho lo era. Siempre era gentil conmigo porque veía los moretones. Trató de apartarme de Hero y lo hice por un rato porque amaba a Yunho, pero también amaba  a Hero. Y luego estaba Chunnie de nuevo. También lo amo a él. Siempre volvía a él. No podía decidir...

—Recuerdo cuando Yunho se enteró de que aún veía a Chunnie. Me llamó una-una perra y dijo que me odiaba. Fui con Hero pero me dijo que simplemente era un conejillo de indias para el. Me empujó lejos. Robé alguna de sus píldoras y volví con Chunnie.

—Y luego esa noche,— Junsu se inclina un poco, la emoción creciendo en su voz, —Tomé un par de píldoras antes de que nosotros... tú sabes. Comencé a oír voces encima del ruido que hacíamos. Lo escuché. Él dijo-dijo que yo era su ángel guardián. Que merecía castigar a la gente por herirme.

Y eso hizo...

—Chunnie lucía realmente hermoso en rojo. Hice dibujos en su estómago,— Junsu comienza a trazar patrones con sus dedos sobre la mano de Changmin, —primero dibuje el halo alrededor de su pecho—pero luego empezó a gritar y tuve que meterle una media en su boca-y luego hice un lindo ángel en todo su estómago. Pinté su vestido en rojo pero se puso un poco desastroso. Chunnie seguía moviéndose. No se detenía,— Junsu se balancea en su silla,  aun teniendo la mano del otro en su agarre, —solo quería ponerlo lindo. El cuchillo se resbaló,— Sus ojos se ensancharon, —Y cayó justo a través del halo...

Changmin cierra sus ojos y toma un profundo aliento.

—Luego Hero se aparece. No sé como me encontró, pero apenas abrí la puerta-ya me había bañado para quitarme el rojo de encima,— tira una risita, —y me cachetea. Quería sus lindas píldoras de vuelta pero el resto se cayeron en el inodoro así que ya no tenía ninguna. Dijo que tenía que pagarle con mi cuerpo. Oí las voces de nuevo cuando me arrastró al cuarto. La expresión de su rostro era tan hermosa. Hero era una hermosa persona. Creo que lo arruiné cuando corté su cuello. El rojo, no pude resistirlo, ¿Sabes? Se sentía tan sedoso cuando lo tocaba, especialmente el de Hero.

—Luego Yunho pasó. Es gracioso como él también vino. Estaba gritando en el pasillo y maldiciendo a Chunnie.— Sonríe brillantemente, —¡Ni siquiera conoce a Chunnie! Pero lo dejé pasar. No le gustó que estuviese cubierto en rojo. Pensó que estaba herido pero yo le mostré mi arte para que supiera que estaba bien. Tampoco le gusto eso... Se puso realmente furioso. No me gusta Yunho cuando se enoja,— Junsu frunce las cejas por primera vez en la tarde, —él es lindo cuando duerme así que lo puse a dormir...

Changmin no necesita los detalles. Lo vio todo. Las paredes salpicadas y manchas de sangre pintaban el apartamento. Y en el centro de todo estaba Junsu, sonriendo como el sol en pijamas blancas y saltó en los brazos de Changmin riendo ¡Mira mi obra de arte, Changmin-ah! ¡Mírala!

Changmin no pudo ver como el hospital llegó y se llevó a su amigo.

El sol esta poniéndose ahora, el rojo apoderándose del cielo. Los dos están callados ahora, Junsu sigue jugando con los dedos de su amigo y Changmin está mirando a la ventana, deseando que nada de esto hubiese pasado jamás.

—Aún oigo las voces. ¿Quieres saber qué me dicen?

Los ojos de Junsu tienen esa chispa y Changmin responde con un rebote de cabeza.

El ángel está feliz y mira hacia arriba otra vez, —Me dicen que debería castigarte por no estar conmigo.

De repente la habitación se enfría. Changmin se congela.

—Me dan ideas de como hacerte el más hermoso de los ángeles, todo en rojo.

Los doctores abren la puerta y le informan al dúo que se acabó. Junsu sonríe pero luce triste. Mira intensamente a Changmin con una expresión radiante. Se sienta y se inclina sobre la mesa, tomando ambos lados de la cabeza de Changmin. El joven no está seguro de lo que está pasando. Por una vez siente que su vida está en las manos de Junsu.

Y siente suaves labios presionando contra los suyos por un pequeño segundo. No es romántico o dulce, es sólo Junsu. Otro beso es posado en su frente y el paciente se levanta.

—Changmin-ah, ven a verme de nuevo por favor.

Changmin se pregunta si ahora está alucinando porque ve alas blancas, parcialmente manchadas con sangre, desplegándose de Junsu. Los ojos del mayor le sonríen antes de voltearse.

Y Changmin sólo se sienta y se sienta—
—Y ese pedacito de cielo desaparece.